jueves, 14 de diciembre de 2017

La amnistía del Peje

“De unos dos mil hombres de las SS destinados en Auschwitz entre 1940 y 1945 (muchos de los cuales deben estar todavía vivos), se ha seleccionado “un puñado de casos intolerables” y se los ha procesado por asesinato…, otros juicios sobre Auschwitz debían seguir a éste. Hasta ahora sólo ha tenido lugar uno. El segundo juicio inició en 1965 e hizo falta algo de “investigación” para averiguar si realmente se había celebrado. En palabras de los fiscales de Frankfurt: «La mayoría del pueblo alemán no quiere celebrar ya más juicios contra los criminales nazis».
Los corresponsales extranjeros, pero ningún periodista alemán, por lo que yo sé, se mostraron sorprendidos por el hecho de que «aquellos de los acusados que todavía vivían en sus casas no fueran en absoluto tratados como parias por sus comunidades».

La mayoría de ellos (asesinos de las SS) vivían en paz a no ser que tuvieran la desgracia de ser reconocidos por un superviviente y denunciados al International Auschwitz Committee de Viena. Pero incluso ese riesgo no era demasiado grande, pues los tribunales locales no tenían muchas ganas de procesar y los testigos alemanes era patente que no estaban dispuestos a colaborar (a riesgo de ser señalados como poco solidarios).”

Estas palabras corresponden a Hanna Arendt, de su libro Responsabilidad y juicio. Y muestran la falta de interés de la comunidad internacional y del propio gobierno alemán por llevar a cabo cabalmente el juicio contra los miles de asesinos nazis de Auschwitz. Y viene a colación debido al uso mediático que algunos medios de comunicación le han dado a las palabras del aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador respecto de proponer “Amnistía” a los narcotraficantes. En la mayoría de ellos, es previsible el interés particular que guardan hacía el poder en turno, pues de lo que tratan, antes de analizar a profundidad dicha propuesta, es generar una opinión pública adversa y por tanto de una “mala imagen” del aspirante presidencial de MORENA. En el menor de dichos comentarios adversos, prevalece el conservadurismo y la ignorancia. Por un lado, aquellos que se rasgan las vestiduras por siquiera escuchar la propuesta de “amnistía”, lo que menos les importa es que se lleven a juicio y se castigue a cada narcotraficante de este país, porque si de ello se tratara, esos mismos que de inmediato salieron a señalar como aberrante la incipiente propuesta de López Obrador, deberían estar día a día en sus respectivos medios señalando, recordando, dando seguimiento a la falta de juicios en contra de aquellos.

Seis años de “guerra contra el narcotráfico” de Calderón y el flagelo continuó; seis años de Nieto y la violencia del narcotráfico continua. De inmediato salen las voces oficiales a decir que es un problema que no se resuelve de la noche a la mañana (para incorporarlo a las promesas de campaña) pero tampoco intentan otras formas o posibilidades de solucionar el problema ¿Por qué negar que una amnistía es una posibilidad? No es correcto ni viable (para los intereses de poder) viniendo de López Obrador, pero tenga usted en cuenta que el siguiente “Presidente” de México, pondrá en marcha durante el sexenio, la “amnistía”, tal como lo han hecho con otras prácticas “populistas” de López Obrador siendo Jefe de Gobierno de la CDMX (antes DF) como apoyos económicos a personas de la tercera edad, y que luego se adjudicó la SEDESOL.

¿De dónde surge el término Amnistía? En la mitología griega, Mnemosine, hija de Urano y Gea, era la diosa de la memoria y madre de las nueve musas, las diosas protectoras de las artes y ciencias, puesto que los antiguos griegos consideraban la memoria como la fuente principal de la inspiración de escritores, artistas y hombres de ciencia o filósofos. El nombre de esta diosa dio lugar al surgimiento de vocablos como mnemónico ‘relativo a la memoria’, mnemotécnico ‘técnica para facilitar la memorización’ y amnesia ‘olvido de todo’. Veamos cómo Mnemosine inspiró también la palabra amnistía. Una amnistía consiste en el olvido por parte de la autoridad de los delitos cometidos, como si nunca hubieran ocurrido, de tal forma que la responsabilidad de los autores se extingue. Es una figura jurídica que se aplica en la actualidad con más frecuencia a los delitos políticos, como reflejo del hecho de que, a veces, con los cambios de gobierno, algunos delitos dejan de ser tales, y el castigo pierde sentido. La palabra griega amnestía, de la cual se derivó nuestra amnistía, se formó con el prefijo privativo a- y la raíz griega mne-, derivada del indoeuropeo men- ‘mente’, ‘memoria’, ‘pensar’, ‘recordar’. La etimología de amnistía, por tanto, es la misma de amnesia, con la diferencia semántica de que esta última palabra denota un ‘olvido generalizado’, y la amnistía, sólo el ‘olvido de los delitos cometidos’.

Es al final de cuentas un acto jurídico, y que de llevarse a cabo, implica eliminar los altos costos de presupuesto gubernamental que ocasiona el gasto de publicidad en MEDIOS por parte de corporaciones policiales para dar a conocer sus “tareas” llevadas a cabo en contra del narcotráfico. Eliminar los altos presupuestos gubernamentales asignados a compra de armas y tecnología de punta para “tareas de inteligencia”. ¿A quién beneficia la existencia de la violencia? ¿No vende la amnistía como las notas amarillas? ¿A qué intereses perjudica la existencia de una Amnistía?

Esos mismos “columnistas” que hoy ven una ofensa en la propuesta de López Obrador, no demostraron ese mismo sentimiento ante el hecho de que los narcotraficantes que ellos “pretenden” sean llevados a tribunales, lo sean pero en países extranjeros y no ante una autoridad mexicana que representa en su caso, a la población mexicana agraviada. ¿Usted ha escuchado algún “presentador” de noticias en radio o tv que critique con la misma vehemencia que lo hacen ante cualquier suspiro de Andrés Manuel López Obrador o sus propuestas, ante hechos de “amnistía” contra ex Presidentes y ex Gobernadores de México? Ejemplo reciente: la revista Proceso ha publicado el artículo “La Corte Penal Internacional rehúye el caso de México”, le pido verifique usted si habrá alguno de estos “presentadores” de noticias de la radio o tv que vaya a criticar con la misma pasión esta determinación de “amnistía” disfrazada.

La amnistía tiene su razón de ser y de existir, y es una posibilidad que de aplicarse, “será el pueblo el que lo decida”, indica López Obrador, y esto es la esencia de la democracia: un pueblo participativo en sus decisiones políticas, ese es el camino para hacer de México un país mejor, la participación ciudadana y no sólo durante una jornada electoral. Y esto dicho de la misma manera en que lo hacen esos que se hacen llamar “periodistas” conductores de “noticias” al juzgar de inmediato una propuesta de AMNISTÍA que si tuvieran un poco de honestidad, antes de dar su opinión, deberían considerar que a quien le corresponde juzgar dicha medida es a las víctimas y/o sus familiares, y para ello deben ser considerados en su mayoría.


No soy un afiliado a ningún partido político, ni un admirador de nadie menos de algún político. Pero  si he tratado de compartir esta reflexión es porque la actitud de esos presentadores de noticias es nefasta y no abona a una sociedad democrática. No abona la doble moral de “líderes de opinión” como algunos de ellos se consideran o se hacen llamar. Es obvio que lo único que les interesa es procurar su propio bienestar y del lugar donde laboran, que esperar antepongan el bienestar de las mayorías. Esto no lo podrán reconocer públicamente, negando o simplemente fingiendo ignorancia, pues como señala Arendt “los nazis consideraban que (sobre los hornos crematorios) la opinión pública no daría crédito o simplemente no lo creería” que fuera posible tal aberración; como es el hecho de imaginar que un grupo de personas o empresas, antepongan sus intereses por encima del bienestar de un país y su población.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Conflictos sociales

Un análisis desde la película Novecento.

Como estudiante de psicología mi enfoque sobre cualquier fenómeno, es y será visto y analizado desde el individuo como origen y esencia de dichos fenómenos, hablemos en este caso de las lecturas del conflicto social y la relación de la película Novecento, y considero necesaria la aclaración por lo que pudiera resumir, ya que como dice parte de la lectura: “la misión de la sociología es derivar los conflictos de estructuras sociales específicas, y no relegar dichos conflictos a variables psicológicas”, la película Novecento no podría analizarla desde esta perspectiva sociológica de mirar un conflicto endógeno sólo desde la pertenencia a dos grupos: sociedades específicas con condiciones históricas especiales y aquellas manifestaciones de rasgos estructurales generales (sindicatos obreros contra asociaciones de patrones, por ejemplo). Y no porque los estudios de sociología sobre el conflicto sean relevantes o no, por supuesto que toda investigación abona al entendimiento general de las sociedades pero considero que resulta más práctico para la formación de sociedades más integrales, el conocimiento de sí mismo (conflictos endógenos) que el conocimiento de lo que son o lo que quieren las estructuras generales o condiciones históricas especiales.
Teorías específicas o generales, estructurales o de cambio, funcionales o disfuncionales, integración o antagonismo, acuerdo o coacción, vienen y van en los estudios americanos de la sociedad, cuando culturas más antiguas como las orientales cuentan en su haber con explicaciones profundas e integrales de entender el mundo o si se quiere, al Hombre. Nosotros mismos (estudiantes y maestros) somos inducidos obligatoriamente al engranaje del sistema económico predominante a la región a la que pertenecemos, en este caso a la de los americanos. Un ejemplo simple, es el hecho de formarnos en la citación o referencias en estilo “APA” ¿acaso la sociedad latina o mexicana no cuenta con la capacidad de establecer sus propias referencias o su estilo? Claro que no depende tanto de capacidad como sí de una subordinación; y quizá en último de los casos la falta de una oposición (de Universidades o Asociaciones profesionales), sea una actitud infantil del menor esfuerzo. Ya en los años setenta, se comenta, se iba a realizar en México el primer congreso internacional de psicólogos de Latinoamérica y que daría paso a la formación de su asociación, la contraparte de la “APA” ¿Por qué ya no se llevó a cabo? ¿Quién la suspendió? ¿Por qué hasta la fecha no existe? Los mismos psicólogos somos víctimas de nuestros defectos de carácter, ya que como hemos visto a través de la historia de liderazgos, es más fácil comprar voluntades que luchar contra movimientos. Cabe aquí la mención que por ello cobra relevancia el liderazgo de Emiliano Zapata dentro de los movimientos sociales en el mundo y hasta la fecha sin parangón ¿Cuáles han sido los motivos o fundamentos de las luchas sociales en general? Cuestiones individuales, de semigrupos, de quienes ostentan el poder o de quienes lo quieren obtener, de mejoras económicas, o de clases. La lucha que enarboló Emiliano Zapata fue en palabras del historiador John Womack Jr. “Unos campesinos que no querían cambiar y que, por eso mismo, hicieron una revolución…, lo único que querían era permanecer en sus pueblos y aldeas, puesto que en ellos habían crecido y en ellos, sus antepasados, por centenas de años, vivieron y murieron…”. Por la tierra, la que trabajan, la que les da de comer, la que habitan.
La película Novecento que narra la historia familiar, rural y de cambio social en Italia (1901-1945) no se circunscribe, a pesar de circunstancias parecidas, a lo antes descrito, pero si se presta para indicar de manera pedagógica el modelo y las condiciones de la teoría del conflicto:
1 En todo grupo imperativamente coordinado, quienes desempeñan papeles positivos y negativos de dominio determinan dos semigrupos; en este caso los de los Berlinghieri y el de los trabajadores de la Hacienda.
2 Los semigrupos antagónicos se organizan en grupos de intereses manifiestos; los Berlinghieri hacia el fascismo y el de los trabajadores con La Liga
3 Los grupos de interés originados de esa manera están en constante conflicto sobre el mantenimiento o la modificación del statuo quo.
4 El conflicto entre grupos de interés en el sentido de este modelo conduce a cambios en la estructura de sus relaciones sociales,  través de cambios en las relaciones de dominio. Del capataz mediador Leo al capataz fascista Attila.
Y en las condiciones, tres grupos de factores:
Primero, condiciones sociales efectivas como la posibilidad de comunicación entre los individuos del semigrupo y cierto método de reclutamiento en los semigrupos, condiciones plenas tanto en los Berlinghieri y en los trabajadores.
Después, ciertas condiciones políticas que deben cumplirse si han de aparecer grupos de interés, como ya se mencionó, el fascismo y el socialismo.
Finalmente, las condiciones técnicas: cada organización debe contar con medios materiales, un fundador, un jefe y una ideología. Los Patrones de la Hacienda Berlinghieri y La Liga con los trabajadores de la misma.

Gerardo Aguilar.
Dic.2017 México

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Tipos de Violencia

Reflexión desde el caso Ruanda
Los tutsi son el último pueblo que llegó a asentarse en Ruanda y Burundi. Habitantes nativos eran los twa (o watwa), un pueblo pigmeo. Los hutu (wahutu), un pueblo bantú, llegaron ahí y dominaron a los twa. Más tarde, los tutsi inmigraron y dominaron tanto a los hutu como a los twa, estableciendo reinos que ellos dominaban. Los tutsis eran pastores estos les permitió tener éxito políticamente. Un aspecto interesante de estos tres grupos raciales es su estatura. Los twa son tradicionalmente bajos, los hutu tienen una estatura media y los tutsi son altos; aunque en tiempos modernos el cruce entre estos grupos está reduciendo estas diferencias.
Las desigualdades entre los derechos de los grupos raciales no eran tan extremas, pero eran importantes. Para los tutsi, los hutu eran básicamente considerados como trabajadores. Si un tutsi asesinaba a un hutu, los del linaje del hutu podían matar al tutsi en venganza, pero si un hutu asesinaba a un tutsi, los del linaje del tutsi podían matar al hutu y a otro miembro de su familia en venganza.
En años recientes, tanto Ruanda como Burundi han sido, al menos en teoría, naciones democráticas con los mismos derechos pactados para todos. Sin embargo, los tutsi mantuvieron la mayoría del poder (dado por los belgas que los consideraban una raza superior, creando un gran resentimiento por parte de los hutu, que cuando obtuvieron el poder democráticamente, creó un clima de desconfianza y venganza que llevó al genocidio de la población tutsi en 1994, donde más de un 75% de los tutsis ruandeses fueron exterminados (alrededor de 1.200.000 personas) (llamado genéricamente genocidio de Ruanda).
Los hutu, los tutsi y los twa hablan el mismo idioma. Algunos estudiosos mantienen que los hutu y los tutsi realmente no son razas o pueblos diferentes, sino diferentes castas. Aparentemente fueron los colonizadores belgas quienes crearon esta noción de dos razas diferentes.
Si un tutsi y un hutu tienen descendencia común el descendiente es ascendido socialmente y considerado tutsi.
 Este antecedente nos permite entender mejor el documental del video “Ruanda: los cien días que estremecieron al mundo” en la que se habla de una matanza de más menos un millón de personas, la palabra genocidio no sé si este bien empleada ya que significa exterminio de una población, sin embargo aunque esa era la idea principal de los autores intelectuales, este fin no se logró a pesar del tremendo número de muertes. Cuando acontece este lamentable hecho, la gente que se encontraba en el poder representada por la figura del presidente Juvénal Habyarimana, pertenecia a la etnia de los hutu, y gobernaban desde 1973 al 6 de abril de 1994 (poco tiempo después de los acuerdos de Arusha) fecha en que lo matan, derribiando su avión en que viajaba. Su gobierno fue dictatorial y le conocían como “el invencible”.
Los acuerdos de Arusha: Estos acuerdos preveían la integración política y militar término de los diversos componentes internos y externos de la nación de Ruanda y la salida de las tropas francesas.

Al término de estos acuerdos, se tenía que formar, a partir del 15 de diciembre de 1993, un gobierno de transición que consagra la reintegración de los exiliados tutsi.

 La aplicación de estos acuerdos fue retrasada parcialmente por el presidente Juvénal Habyarimana de etnia hutu en conflicto con los tutsi, cuyos aliados extremistas de la Coalición para la defensa de la República (CDR) no aceptaron los términos.

¿Qué sucedió? En el documental se habla de la sentencia a un músico por considerar que había promovido el odio racial con letra de sus canciones, un de ellas en especial y en la menciona que odia a un “hutu moderado”, es decir, se refiere al presidente que después de veinte años de dictador, acepta los acuerdos de Arusha. ¿Por qué de repente el dictador se vuelve democrático o moderado? Es posible que por su edad cronológica y en el poder, hubiera aceptado algún arreglo económico con Francia (País que contaba sus intereses entre la etnia de los tutsi), y que estos últimos pretendieran volver a tener en Ruanda un gobierno a modo. Como dato, el avión que derribaron y en el que viajaba Juvénal Habyarimana, fue un regalo del presidente francés Jacques Chirac. Africa siempre ha sido saqueada por sus enormes minas de metales preciosos e industriales. Además de dicho documental, que se centra en la participación de la juez argentino-alemana, uno puede encontrar otros documentales y entrevistas de la matanza de Ruanda y todos hablan de todo menos de los verdaderos responsables, quizá porque ellos mismos son los propietarios de los medios. Hasta la misma jueza que acepta ser parte de ese show mediático del “Tribunal Internacional para Ruanda”, concluye con un cliché: los acontecimientos en Ruanda fueron “una cuestión de la naturaleza humana”. El poder que ejercen los grupos políticos-económicos tienen esa virtud: nadie es culpable. Y si los hay serán los mismos: las victimas de su oscurantismo. En este documental “Ruanda: los cien días que estremecieron al mundo” al final sólo aparecen dos “personajes” sentenciados: un músico y el cuñado del presidente Juvénal Habyarimana. Y puede buscar otros documentales al respecto y verá que cualquier preso por tales acontecimientos son personas comunes. Esta el siguiente ejemplo: Valerie Bemeriki (1), conductora de la principal radio en Ruanda, comenta que: los “servicios de inteligencia” le pasaban información de en dónde se encontraban tutsis escondidos para que lo comentará por radio para que fueran localizados y los mataran. ¿Dónde están sentenciados esas personas a las que Valerie Bemeriki llama los “servicios de inteligencia”?

Cien días ¿no son demasiados para haberlos dejado pasar considerando que en ese país tenían conocimiento de causa tanto los colonizadores belgas y las tropas francesas? ¿Diez mil muertes al día no son suficientes para haber entrado en acción y evitar mayores desgracias los llamados países del “primer mundo”? Si cien días no son muchos para esperar una reacción de las fuerzas armadas de “países civilizados” que evite mayores tragedias ¿cuatro años tampoco? De 1936 a 1940 en la Alemania hitleriana, los judeoalemanes fueron objetos de saqueos, vejaciones, ultrajes, muertes, deportaciones, y a pesar de ser conocido por países vecinos y de otras latitudes como el paladín de la justicia tras fronteras, Estados Unidos, nadie hizo nada por evitarlo. Entonces ¿Quiénes son los verdaderos responsables de la violencia social? ¿Quiénes se benefician con ella? Hay que preguntarle a Trump y a los “multimillonarios como él”.

Modos de violencia:

Violencia física: una recurrente es aquella de género en la que la mujer es violentada de las formas más agresivas,
En la justicia: el uso de las instituciones contra del individuo,
La economía: un ejemplo clásico son las prohibiciones de hacer negocio con los “enemigos” (los que así considere) por parte de los Estados Unidos: lo hacen por años con Cuba y actualmente está tratando de organizarlo contra Corea del Norte.
La política: tal como la dictadura de Juvénal durante veinte años.
Los medios de comunicación: Tal como sucedió con Valerie Bemeriki (1), conductora de la principal radio en Ruanda, y que purga una cadena perpetua por incitar a la población contra de la etnia tutsi.
Las relaciones sociales: el racismo, la discriminación y la intolerancia.
De acuerdo a la elaboración de Gutiérrez Chong:
1 La Violencia estructural: diez mil personas aprox. Mataban el día en Ruanda
2 Violencia física: la violencia de género perpetrada en contra de las mujeres tsutsi por mencionar una
3 Violencia simbólica: los extremistas hutus no deseaban que se ejercieran los acuerdos de Arusha e impedir la reintegración de los tutsi a la sociedad
4 Violencia silenciosa: como se señaló del principio, existe por años conflictos interétnicos entre hutus y tutsis.
5 Violencia cultural (directa e indirecta): a la población tutsi se le empezó a definir como cucarachas.

6 Violencia invisible: la matanza mediática de los cien días de Ruanda es nada, comparada con la violencia silenciosa que se comete en el mundo por parte de los grupos de poder político-económico: el calentamiento global por mencionar uno y escuchar el cinismo de Trump decir que son: “fake news” (noticias falsas).