Reflexión desde el caso Ruanda
Los tutsi son el último
pueblo que llegó a asentarse en Ruanda y Burundi. Habitantes nativos eran
los twa (o watwa), un pueblo pigmeo.
Los hutu (wahutu), un pueblo bantú, llegaron ahí y
dominaron a los twa. Más tarde, los tutsi inmigraron y dominaron tanto a los
hutu como a los twa, estableciendo reinos que ellos dominaban. Los tutsis eran
pastores estos les permitió tener éxito políticamente. Un aspecto interesante
de estos tres grupos raciales es su estatura. Los twa son tradicionalmente
bajos, los hutu tienen una estatura media y los tutsi son altos; aunque en
tiempos modernos el cruce entre estos grupos está reduciendo estas diferencias.
Las desigualdades entre
los derechos de los grupos raciales no eran tan extremas, pero eran
importantes. Para los tutsi, los hutu eran básicamente considerados como
trabajadores. Si un tutsi asesinaba a un hutu, los del linaje del hutu podían
matar al tutsi en venganza, pero si un hutu asesinaba a un tutsi, los del
linaje del tutsi podían matar al hutu y a otro miembro de su familia en
venganza.
En años recientes, tanto
Ruanda como Burundi han sido, al menos en teoría, naciones democráticas con los
mismos derechos pactados para todos. Sin embargo, los tutsi mantuvieron la
mayoría del poder (dado por los belgas que los consideraban una raza superior,
creando un gran resentimiento por parte de los hutu, que cuando obtuvieron el
poder democráticamente, creó un clima de desconfianza y venganza que llevó
al genocidio de la población tutsi en 1994, donde más de un 75% de
los tutsis ruandeses fueron exterminados (alrededor de 1.200.000 personas)
(llamado genéricamente genocidio de Ruanda).
Los hutu, los tutsi y
los twa hablan el mismo idioma. Algunos estudiosos mantienen que los hutu y los
tutsi realmente no son razas o pueblos diferentes, sino
diferentes castas. Aparentemente fueron los colonizadores
belgas quienes crearon esta noción de dos razas diferentes.
Si un tutsi y
un hutu tienen descendencia común el descendiente es ascendido
socialmente y considerado tutsi.
Este antecedente nos permite entender
mejor el documental del video “Ruanda: los cien días que estremecieron al
mundo” en la que se habla de una matanza de más menos un millón de personas, la
palabra genocidio no sé si este bien empleada ya que significa exterminio de
una población, sin embargo aunque esa era la idea principal de los autores
intelectuales, este fin no se logró a pesar del tremendo número de muertes.
Cuando acontece este lamentable hecho, la gente que se encontraba en el poder
representada por la figura del presidente Juvénal Habyarimana, pertenecia a la
etnia de los hutu, y gobernaban desde 1973 al 6 de abril de 1994 (poco tiempo
después de los acuerdos de Arusha) fecha en que lo matan, derribiando su avión
en que viajaba. Su gobierno fue dictatorial y le conocían como “el invencible”.
Los
acuerdos de Arusha: Estos acuerdos preveían la integración política y militar
término de los diversos componentes internos y externos de la nación de Ruanda
y la salida de las tropas francesas.
Al
término de estos acuerdos, se tenía que formar, a partir del 15 de diciembre de
1993, un gobierno de transición que consagra la reintegración de los exiliados
tutsi.
La aplicación de estos acuerdos fue retrasada
parcialmente por el presidente Juvénal Habyarimana de etnia hutu en conflicto
con los tutsi, cuyos aliados extremistas de la Coalición para la defensa de la
República (CDR) no aceptaron los términos.
¿Qué
sucedió? En el documental se habla de la sentencia a un músico por considerar
que había promovido el odio racial con letra de sus canciones, un de ellas en
especial y en la menciona que odia a un “hutu moderado”, es decir, se refiere al
presidente que después de veinte años de dictador, acepta los acuerdos de
Arusha. ¿Por qué de repente el dictador se vuelve democrático o moderado? Es
posible que por su edad cronológica y en el poder, hubiera aceptado algún
arreglo económico con Francia (País que contaba sus intereses entre la etnia de
los tutsi), y que estos últimos pretendieran volver a tener en Ruanda un
gobierno a modo. Como dato, el avión que derribaron y en el que viajaba Juvénal
Habyarimana, fue un regalo del presidente francés Jacques Chirac. Africa
siempre ha sido saqueada por sus enormes minas de metales preciosos e
industriales. Además de dicho documental, que se centra en la participación de
la juez argentino-alemana, uno puede encontrar otros documentales y entrevistas
de la matanza de Ruanda y todos hablan de todo menos de los verdaderos
responsables, quizá porque ellos mismos son los propietarios de los medios.
Hasta la misma jueza que acepta ser parte de ese show mediático del “Tribunal
Internacional para Ruanda”, concluye con un cliché: los acontecimientos en
Ruanda fueron “una cuestión de la naturaleza humana”. El poder que ejercen los
grupos políticos-económicos tienen esa virtud: nadie es culpable. Y si los hay
serán los mismos: las victimas de su oscurantismo. En este documental “Ruanda:
los cien días que estremecieron al mundo” al final sólo aparecen dos
“personajes” sentenciados: un músico y el cuñado del presidente Juvénal
Habyarimana. Y puede buscar otros documentales al respecto y verá que cualquier
preso por tales acontecimientos son personas comunes. Esta el siguiente
ejemplo: Valerie Bemeriki (1), conductora de la principal radio en Ruanda,
comenta que: los “servicios de inteligencia” le pasaban información de en dónde
se encontraban tutsis escondidos para que lo comentará por radio para que
fueran localizados y los mataran. ¿Dónde están sentenciados esas personas a las
que Valerie Bemeriki llama los “servicios de inteligencia”?
Cien
días ¿no son demasiados para haberlos dejado pasar considerando que en ese país
tenían conocimiento de causa tanto los colonizadores belgas y las tropas
francesas? ¿Diez mil muertes al día no son suficientes para haber entrado en
acción y evitar mayores desgracias los llamados países del “primer mundo”? Si
cien días no son muchos para esperar una reacción de las fuerzas armadas de
“países civilizados” que evite mayores tragedias ¿cuatro años tampoco? De 1936
a 1940 en la Alemania hitleriana, los judeoalemanes fueron objetos de saqueos,
vejaciones, ultrajes, muertes, deportaciones, y a pesar de ser conocido por
países vecinos y de otras latitudes como el paladín de la justicia tras
fronteras, Estados Unidos, nadie hizo nada por evitarlo. Entonces ¿Quiénes son
los verdaderos responsables de la violencia social? ¿Quiénes se benefician con
ella? Hay que preguntarle a Trump y a los “multimillonarios como él”.
Modos
de violencia:
Violencia
física: una recurrente es aquella de género en la que la mujer es violentada de
las formas más agresivas,
En
la justicia: el uso de las instituciones contra del individuo,
La
economía: un ejemplo clásico son las prohibiciones de hacer negocio con los
“enemigos” (los que así considere) por parte de los Estados Unidos: lo hacen
por años con Cuba y actualmente está tratando de organizarlo contra Corea del
Norte.
La
política: tal como la dictadura de Juvénal durante veinte años.
Los
medios de comunicación: Tal como sucedió con Valerie Bemeriki (1), conductora
de la principal radio en Ruanda, y que purga una cadena perpetua por incitar a
la población contra de la etnia tutsi.
Las
relaciones sociales: el racismo, la discriminación y la intolerancia.
De
acuerdo a la elaboración de Gutiérrez Chong:
1 La
Violencia estructural: diez mil personas aprox. Mataban el día en Ruanda
2
Violencia física: la violencia de género perpetrada en contra de las mujeres
tsutsi por mencionar una
3
Violencia simbólica: los extremistas hutus no deseaban que se ejercieran los
acuerdos de Arusha e impedir la reintegración de los tutsi a la sociedad
4
Violencia silenciosa: como se señaló del principio, existe por años conflictos
interétnicos entre hutus y tutsis.
5
Violencia cultural (directa e indirecta): a la población tutsi se le empezó a
definir como cucarachas.
6 Violencia
invisible: la matanza mediática de los cien días de Ruanda es nada, comparada
con la violencia silenciosa que se comete en el mundo por parte de los grupos
de poder político-económico: el calentamiento global por mencionar uno y
escuchar el cinismo de Trump decir que son: “fake news” (noticias falsas).
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