lunes, 3 de septiembre de 2018

Panorama de la educación en México


  Panorama de la educación en México



La influencia del organismo internacional OCDE en la educación en México ha permeado a la sociedad mexicana en su conjunto: laboral, económica, social y educativa, y que sus principios están alejados de la búsqueda de una educación integral, de lo que debería ser la esencia de la educación en el mundo a saber: la formación íntegra de las personas, y no sólo del pensamiento laboral y económico. Empecemos indicando qué significa OCDE: Organismo para la Cooperación y el Desarrollo Económico. ¿Cuál es su finalidad? Su objetivo dice, es maximizar su crecimiento económico y colaborar a su desarrollo. Por tanto, la educación nunca será su objetivo sino un medio para alcanzar sus fines, que son netamente financieros para sus empresas. Este organismo inició sus funciones en 1961 en París y se le conoció desde entonces como “el club de los ricos”. Fue hasta 1994 con la llegada de Zedillo al gobierno de México que se incorporó a dicho organismo.
La educación es una palabra utilizada para adornar discursos políticos, iniciar fideicomisos, mal gastar presupuestos, deducir impuestos, crearse imágenes de beneficencia e interés  social para las empresas, iniciar negocios, y justificar abusos en su nombre porque la “educación de calidad” cuesta. No es de extrañar la erosión del término en las personas que ostentan el poder económico y político o mejor escrito, económico-político. Todas las palabras pierden significado en ellos para darle el único sentido que conocen; acostumbrados a la visión dualista: ricos y pobres, buenos y malos, su dios (“In God we trust”) y el diablo (“Bad personas”).
¿Qué dice el diccionario? Tomado de uno escolar: “educación s. f. Conjunto de técnicas y acciones para desarrollar en una persona su capacidad intelectual, su carácter, o determinadas habilidades. // Conocimiento de las buenas costumbres sociales y la urbanidad.” Las negritas son mías.
¿Qué dice la OCDE? En su publicación Panorama de la educación 2013. Indicadores de la OCDE, publicado el mismo año en conjunto con editorial Santillana, su editorial, firmada por el mexicano Ángel Gurría, menciona: “Los datos y las experiencias políticas de los países muestran qué tipo de políticas son eficaces para mejorar la empleabilidad de los jóvenes: garantizar que todos los jóvenes alcancen un buen nivel de base formativa y habilidades sencillas, como el trabajo en equipo, la comunicación y la negociación, que les darán la capacidad para adaptarse que necesitan para tener éxito en un mercado laboral en constante cambio;…; conseguir que la educación secundaria superior sea relevante para las necesidades de capacitación del mercado laboral;…; Estas son exactamente las políticas por las que aboga la OCDE en su Plan de Acción Juvenil, aprobado en la reunión ministerial de mayo de 2013, para mejorar las perspectivas de los jóvenes y de las sociedades en su conjunto.” Las cursivas son mías.
Tal como hemos leído los fines de la educación y de la OCDE son distintos. En el panfleto de la OCDE usted podrá encontrar información que “identifica las  cuestiones políticas relacionadas con los indicadores, distinguiendo tres categorías principales: la calidad del rendimiento educativo y de la oferta de enseñanza, la equidad de los resultados y de las oportunidades de la educación, y la adecuación y eficiencia de la gestión de los recursos.” Suena bien, pero la disyuntiva sigue siendo la misma: desarrollo integral del ser o mano de obra calificada. Los resultados están a la vista en México desde 1994: una decadencia social, económica, cultural. ¿Cuántos nuevos intelectuales de la literatura, de las artes, de las ciencias ha dado México? ¿Cuántos conoce? ¿Qué piensa sobre el conocimiento que demuestra la sociedad sobre las buenas costumbres sociales y la urbanidad? Lo que hoy treinta de agosto de dos mil dieciocho es noticia a nivel mundial sobre México es la muerte de dos personas quemadas vivas en un municipio de puebla acusadas de “robar niños” mientras la gente grababa video o se tomaban la “selfie”.
Ahora México se encuentra ante una oportunidad histórica: retomar lo mejor que conoce o seguir siendo un gobierno comparsa de los que ostentan el poder económico. El próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador tiene la elección.
A diferencia del dualismo, a lo largo de la historia han existido diferentes visiones que tratan de manera integral a la realidad, monismo, en qué materia y espíritu, lo físico y lo psíquico, son idénticos en su esencia y por tanto su desarrollo va a la par. Hemos pasado por el materialismo de Marx, el idealismo de Platón, el mentalismo de Berkeley o el naturalismo de Spinoza. Sin embargo los mexicanos somos depósitos andantes de una cosmovisión propia de la vida, heredada por las culturas prehispánicas y aunque parezca trillado, no lo es. Las lenguas antiguas llenas de símbolos y significados tan necesarios para el desarrollo del intelecto y el ser reflexivo, los principios y valores de respeto al entorno y a los otros; esto no significa que volvamos a andar por la tierra en calzones de manta (cliché) sino el hecho de que México requiere de retomar dos temas trascendentes en la educación, para el desarrollo de sus ciudadanos y por consecuencia del país: su historia y su filosofía. Esta es la base formativa que debería buscarse desde la secundaria superior y no el desarrollo de habilidades sencillas que adaptan al individuo al mercado laboral. El verdadero fin de la educación es adaptar a los jóvenes a una vida plena.

Gerardo Aguilar.

Referencias:
Panorama de la educación 2013. Indicadores de la OCDE.

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